26/08/2015
Word LoverPrimero es la música,
después como una imbécil
-no sabe qué decir- hace acto
de presencia la palabra.
Tartamudea con un componente
exacerbado de impulso
que levanta como muelle de la silla.
Tiene algo de bicho que recorre
cada cubículo en tu sangre
encendida,
y quiere abrirse
en cualquier verbo.
En un bar de carretera.
Muda en cuanto te propones
atraparla, como este agosto,
como cuando viste a esa diosa
y nunca más lo hiciste
al cruzar la puerta,
aquellas líneas.
Se manifiesta en clubes al anochecer,
al mediodía con tres copas
y cinco amigos. Mientras te duermes.
Tiene mucho de puta la palabra:
resbaladiza, tremendamente
rauda. Hábil juega contigo.
Se parece demasiado
a ti.
▼ Alicia G.
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