en la puerta de la noche




















En la puerta de noche 
La madre a la hija de noche
cuando parte
linda y pulcra
la madre a la hija en la puerta
para detenerla...
la madre a la hija en la puerta de noche
para detenerla y decirle...
para darle el mensaje de antaño
la madre a la hija en la puerta de noche
el mensaje de tiempos antiguos y hoy vergonzante
y por eso se le hace un nudo en la garganta y no le salen las palabras
y no puede decir la única frase salvadora
como ninguna madre pudo
ninguna madre a la hija en la puerta de noche.
a la hija y a sus crías
porque la hija volverá
volverá cambiada
volverá con su fruto,
también a ella alguna vez se le cerrará la garganta
y a su hija y a la hija de la hija
en la puerta de noche...


Na vratih zvecer 
Mati hcerki zvecer
ko se odpravlja
vsa lepa in cista
mati hcerki na vratih
da bi jo ustavila
mati hcerki na vratih zvecer
da bi jo ustavila in ji povedala
da bi ji povedala sporoceno iz davnine
mati hcerki na vratih zvecer
sporoceno iz davnine in danes osramoceno
in ze jo stisne v grlu da ne zmore stavka
kakor ga nobena mati ni zmogla
nobena mati hcerki na vratih zvecer
hcerki in njenemu zarodu
kajti hcerka se bo vrnila
vrnila se bo spremenjena
vrnila se bo svojim sadom
tudi njo bo nekoc stisnilo v grlu
in njeno hcerko in hcerke hcerko
na vratih zvecer.


Edvard Kocbek (Sveti Jurij ob Ščavnici, Imperio austrohúngaro, 27 de setiembre de 1904 - Liubliana, República Socialista de Eslovenia, 3 de noviembre de 1981) fue un escritor, poeta y traductor esloveno.
Traducción de Julia Sarachi.




En la puerta del infierno hay unas nike
sólo quien las calza desafió a la noche, 
se hizo una capa con su velo 
y se alió con Belcebú, 
aquella rubia peligrosa y muy astuta.

Alicia García Núñez, 
Sombras cuarteadas de neón, Ed. Cangrejo Pistolero Ediciones.

En la puerta de la noche, 
a través de Kocbeck

Y parte la hija,
la madre se parte sin habla,
se le hace un nudo en la garganta 
y no le salen las palabras,
entiende que no entiende
lo que le dice la hija,
se alegra pero teme,
como ella misma dice,
a lo desconocido,
a aquello que no ve.
Y sí, la hija volverá cambiada.
Atravesará la puerta de la noche,
transitará las sombras,
se asomará al miedo
-le partirá el labio-*.

Alicia G.

*no sé si el último verso generará dudas, pero por si acaso en este caso concreto (en los demás prefiero una interpretación lo más libre posible -de cada un*-) y aunque resulte una obviedad: "le partirá el labio" se refiere al complemento indirecto "miedo". Ea, ya está.

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