Todo es más difícil ahora que las ausencias
se hacen fuertes en lo hondo.
Así pasan los días entre biergartens, turcos
y puestos de fruta fresca.
Entre estas ruinas.
Toma club mate, un poco de cristal y olvidemos
que somos lo que somos entre tanto alemán
y algún desplante en el número ciento treinta y seis
de Sonnenallee Strasse.
Olvidemos que somos algo
muy parecido a nosotros mismos.
Olvidemos que estamos vivos.
{...}
No entiendo bien a qué se debe esta melancolía,
si todo estaba hecho, si todo estaba hablado,
si todo, si todo, si todo, si nada, como si nada.
Y no, no entiendo nada como norma general.
No sé cómo manejar la vida vacía
de sentido abierto. No sé mirar al infinito sin pensar
en tus ojos con guiño de chiquillo.
Hacer contacto, ¿hacer contacto con qué?
Con una mujer y sus aristas.
No es la solución;
¿y a quién le importa que no lo sea?
Estás sedienta, murmuras algo en cualquier esquina.
Cae sobre ti una mariquita,
te alegra el día
-como las locas, murmurando,
sonriendo a insectos mínimos.-
Te estás abriendo en canal,
te estás buscando donde no debieras.
Todo es más raro ahora, ahora que sabes
cuál es la meta, quién la marcó.
Van abriéndose ventanas;
ahora la puerta.
Alicia G.
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Gracias a Elsa Unas Terisco por la recomendación musical.
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