plague
No sé adónde conduce todo esto,
a qué nos lleva, si hacia el camino
o si a la perdición
-se encuentra cerca, muy cerca,
tú no la mires-.
No crees en la esperanza,
la suerte la atraviesa quien la busca,
y te la juegas;
ni tienes miedo.
No sabes de los riesgos doblados a un paso tan tonto, pero perpetuo.
Quizás, ¿quién sabe?, sea una plaga,
tal vez, una actitud.
.
Recuerda: te vas porque tú quieres, no olvides lo que -que lo- quieres.
I want to be a robot, I am a robot
Desde hace poco, desde hace nada,
dices, mis ojos no son los ojos de Alicia;
punto.
Hay en mi mirada un poso telúrico
que puede lo que tú no.
Podría ser alérgica a ti.
A esto me he hecho, me puede la costumbre.
Decir adiós cuando eres un robot es complicado.
No puedes.
Son mis ojos reflejo de otro estímulo,
otro histórico de dudas
recorre el pueblo.
Gira sobre sí mismo este país,
llaman al timbre, quieren vendernos algo,
¿sabes? Nos venden aire en bucles. Nos venden aire en Nos venden en
Nos venden
La muerte en Venecia y Thomas Mann;
Thomas Mann y Annemarie Schwarzenbach;
-doctora en filosofía, periodista, fotógrafa, novelista y arqueóloga, la mujer total. Y la locura-.
Annemarie como Tadzio;
Annemarie y Erika Mann;
los amores y pasos imposibles
que le quedarían por dar
en países como España, Afganistán
o el Congo Belga.
Y entre todos y tantos otros:
Grecia, su busto griego.
Ángel devastado como la llamara el padre;
la Princesa Miro, como la apodaran los hijos.
La seducción de cualquier género,
el ser andrógino que atrae a cualquier polo,
cualquier palo,
magnetismo y destrucción.
Fatalidad.
Madres como tormentos,
comandantes como padres.
Salud mental / genialidad: su correlación.
Adicción, morfina, lucha
-vini, vidi, vinci-
y muerte absurda.
La teoría de la maceta que te cae en la cabeza
y da igual que seas filósofa, viajera o arqueóloga
y que MarianneBreslauer te hiciera fotografías como ésta
o cualquier otra.
Alicia G.
To be continued.
Esto es una enumeración, no un poema. Obvio.
Recomendado, por cierto, su libro Ver a una mujer, y su comienzo. Para no perdérselo. Aquí un artículo sobre el bello efebo. Y aquí un fragmento del mismo:
"Una de las fotos más misteriosas y turbadoras de Annemarie Schwarzenbach –tan fotogénica ella sin una brizna de maquillaje– es la que le tomó Marianne Breslauer, discípula de Man Ray, en Berlín, 1932. Look de efebo a lo Tadzio (el adolescente de Muerte en Venecia, la novela de Thomas Mann filmada por Luchino Visconti), poquitos años después de cruzarse con Gustav von Aschenbach: el pelo corto al desgaire, la mirada triste puesta en otra parte, la mitad del rostro en sombra".
:::: Inspiración generada a partir de EL PLAN B [La Cultura Portátil], suplemento del Diario Información que se publica los viernes y que escribe, idea y crea Francisco Sarabia. Poesía presente en todos y cada uno de sus contenidos.
Esta mañana, en este lunes aciago, me duele el alma. Porque todos los temores de mi casa, de mi infancia, de mi vida, se han cumplido en alguien a quien quiero con toda ella, el alma, de la que hablo aquí, ahora. El monstruo ha llegado, y era un pobre hombre gris (apunte: sigo trabajando en torno a la idea de los hombres grises y sus muchas extensiones).
Porque cuando llega lo peor, lo más temido, una se da cuenta de que el miedo es sólo miedo. Y siempre queda, siempre estamos, dispuestas a luchar. Txus, con todo el amor que tenemos para dar ésta se va a convertir en nuestra canción. Te trasnmito la energía con la que llenamos con ella esa capilla en el mes de junio. Viva el amor y lo que mueve, de verdad, el mundo. Te quiero. Contigo.
Gran poema.
Fotografía: Álex Bohe, Alicante, barrio de San Blás.
Corazón / dación: monstruos El inspector de Hacienda, la chica de la curva,
el antidisturbios,
el hombre del saco,
la SGAE,
el señor del banco,
el coco,
el juez corrupto,
la niña poseída,
y
el tasador para la dación en pago:
esos son los montruos.
Tiemblo y me rechinan los dientes;
hoy a las 9 viene el Tasador.
Pondrá precio, a la baja a mi hogar,
a mi proyecto, a mi família,
al esfuerzo de pagar hipoteca
durante tantos años de miseria.
Tasará mi vergüenza al pedir
dinero a mis viejos padres con
ya 37 años. A trabajar en negro,
sangrando la lengua por morderla
de rabia.
¿Cuál es el precio de mercado de mis
manos atadas, muertas, que atesoran
fluoxetina para no llorar a diario?.
No culpéis al Tasador, ese hombrecillo
gris que pide los planos de mi vida,
cumple un cometido fundamental:
no mirar a los ojos a los deshauciados.
Los monstruos nunca se cansan de
asustar. Es su trabajo. Tienen suerte.
¿Qué hacer hoy cuando venga? ¿Dónde
la cruz y el ajo? ¿Y la estaca?
Sólo me queda entregarme.
Devorada, al fin, por la crisis que
siempre llamaba a la puerta de al lado.
Estoy enfadada, no voy a decir por qué. Viva España, sí, señorA. Cla-ro.
Oscuro, más bien.
Escribo en inglés, graciaaaaSSs.
¿Eso da cuenta de mi enfado? Y otras pistas, también.
Se me pasa, se me pasa, se me pasa.
Mantra inducido por repetición.
LABYRINTHS
In these labyrinths we breathe:
is the eternal return or recurrence,
Nietzsche knew it much better than you and me.
::::
THIS 1
This is the time, my party,
and you don’t want to know it,
why?
But it is. I am…
Within something especial,
without you.
More or less, you know.
This is life, or not;
always yours.
Alicia G.
Hay una segunda parte para este último poema llamada"THIS 2 (3 or 4, who knows) are 1, in fact.
Tiene algo de Poe, de su Nevermoredel poema "El cuervo". Ya lo pondré por aquí, ya si eso...
Nuevas dimensiones poético-lingüísticas.
De-construcciones de una misma cuando otr*s esperan... qué.
"Salta con la camisa en llamas
de estrella a estrella,
de sombra en sombra".
Alejandra Pizarnik.
Fotografía: detalle de diseño de interiores realizado por F. Sarabia. Autoría: Álex Bohe.
Brindo (con café granizado) por los buenos amigos, los de verdad, y por las cosas buenas que te quedan al paso de cosas, de casos que...
Admiro a quien quiero, quiero a quien admiro...:
Francisco Sarabia, feliz todo, gatekeeper.
Disfruta de la atmósfera, y si te baten las sienes hacia el minuto 01:55: baila, es muy reparador.
Revindico aquí de paso el término GATEKEEPER #detotalavida y no tanto communityqué¿? Social media, ahora, en todo caso, ¿no? Queda mejor, dicen. Mañana qué..., lo vamos viendo. Soy un* de ell*s desde la universidad y sus teorías de la información, gatekeeper.
Me da miedo tenerte y que me tengas**,
miedo de la indolencia,
de nosotras mismas,
entre miasmas, paralizadas.
Y no avanzar.
Miedo.
Esto se pone feo
y los únicos que pagan, que se duelen:
los pobres, los funcionarios, los iaios,
quienes tienen sus cuentas
en Caja de Ahorros del Mediterráneo,
los mineros, los periodistas y los EREs
de El Mundo y, sobre todo, El País entero.
Los ricos no, qué fácil!
qué demodé (la misma palabra lo es)
el discurso ése de las rentas altas.
Sonrío, sonrío, sonrío,
sonríe, sonríe, sonríe...
La sonrisa es mía;
el dinero, con tanto varapalo,
no lo sé bien.
[Ladrón, pasa, esta es mi casa,
esto está lleno de gente como tú...].
Miedo de que al mirarnos no exista un futuro que nos una en las nubes**.
De cómo nos engañan
o lo pretenden: NO.
De nosotras mismas,
paralizadas, puede.
Alicia G.
*Titular de El País, edición digital de 11 de julio.
** los versos con estos dos asteriscos pertenecen al poema de Ana María Drack.
::::
En realidad y como decía Salinas: miedo, quererte es el más alto riesgo.
Nada más.
A veces me da miedo tenerte y que me tengas
por si uno de los dos se marcha antes que el otro
y no existe un futuro que nos una en las nubes
o que en otras galaxias no se lleve el nosotros
y vayamos en fila de a tres y sin mirarnos.
Ana María Drack, Cuarto de hora (1968-1996), Ed. Patorius Poesía.
Incluso aunque no lo quiera
y de punta a punta pueda doler {que duele}
a veces me da el punto
y me da por quererte en ese preci(o)so instante.
Decir Ana María Drack es decir poesía en mi vida, no valen aquí las palabras, ni pocas ni muchas, que le pueda dedicar para decir, para agradecer, todo lo que tengo que agradecerle, lo que le debo aunque no sea una obligación devolvérselo (entre otras cosas, en eso consiste la amistad).
Forma parte de todos mis poemarios, de todo lo que escribo, no en vano está presente en lo que llamamos prólogo que en realidad es la contraportada de mi primer libro. Es mentora, maestra y una mujer a la que admirar. Gracias, Ana. Te llevo adonde vaya, pronuncio tu palabra, eres poesía.
Ha sido Javier Gato quien ha "descubierto" este vídeo en una red social, no sé muy bien a qué esperaba para colgarlo por aquí, por anunciar su existencia y tal.
Sombras de la historia cuarteada es la propuesta escénica de un compendio de poesía aderezada por una sesión musical del dj David Martínez; en ella está presente Gloria Fuertes, Alejandra Pizarnik, Leopoldo María Panero o Miriam Reyes, entre muchas otr*s: sí, sobre todo hablo de poesía contemporánea de mujeres. Es mi pequeño homenaje al género, a nuestra lucha poética. Eso es, ni más ni menos, el vídeo que dejo hoy aquí, parte de esa propuesta, pero en este caso el poema que me da pie, al que contesto, es de Panero. Poema que además da nombre a mi segundo poemario: Sombras cuarteadas de neón.
CANCIÓN PARA UNA DISCOTECA
No tenemos fe
al otro lado de esta vida
solo espera el rock and roll
lo dice la calavera que hay entre mis manos
baila, baila el rock and roll
para el rock el tiempo y la vida son una miseria
el alcohol y el haschisch no dicen nada de la vida
sexo, drogas y rock and roll
el sol no brilla por el hombre,
lo mismo que el sexo y las drogas;
la muerte es la cuna del rock and roll.
Baila hasta que la muerte te llame
y diga suavemente entra
entra en el reino del rock and roll.
Leopoldo Maria Panero, Poesía 1970-2000
BERGHAIN PANORAMA BAR (BERLÍN ESTE)
I
No tenemos fe,
desde lo más oscuro solo espera
la música electrónica, y los beats;
lo dice la disc jockey que hay a mi lado,
la calavera la lleva
el del centro de la pista.
II
Noctámbulos en guaridas de neón
han perdido la noción del día
y de la historia que aún suscriben.
Sostienen en sus manos el cáliz
de la muerte y beben todos de él.
No se dan cuenta.
Es la electrónica un camino irreversible
y tras la muerte solo hay loops.
En la puerta del Infierno hay unas nike:
solo quien las calza desafió a la noche,
se hizo una capa con su velo
y se alió con Belcebú, aquella
rubia peligrosa y muy astuta.
Sexo, drogas y música electrónica,
el sol no mira por el cuerpo
cuando tan solo quedan sombras
cuarteadas de neón.
*Falta esta tercera parte, ese tercer poema dentro del poema.... Umh... Así si te gusta, hay interés y todavía no lo has comprado: te acercas a cualquier librería y completas el final.